A Julio César, de 29 años, la esposa le había dicho que el hijo de ambos falleció en el parto. Pero él sentía que el niño estaba vivo y casi un año después lo recuperó.
Cuando la Policía le preguntó cómo supo que su hijo estaba vivo, el hombre respondió:
“Me lo dijo una adivina”. La mentira comenzó el 4 de julio de 2007 en la ciudad de Apóstoles, en la provincia de Misiones. Su esposa, con la que estaba distanciada en ese momento, dio a luz a un niño de tres kilogramos y lo llamó Junior Nahuel. Julio César se enteró del nacimiento y fue al hospital para ver a su hijo pero la criatura no estaba, según le relató a la Policía.
La mujer le explicó que el niño había fallecido al nacer. Siete meses después del nacimiento, el padre fue a ver a una adivina en la localidad de Azara y
la mujer le reveló: “tu hijo no murió, está vivo”.
El hombre le reclamó a su esposa el certificado de defunción del niño, según
Territorio Digital, y agregó
“Ella me dijo que no le habían dado. Como no le creí, fui al hospital y averigüé. Me contestaron que si lo habían entregado y regresé a casa. Le dije a mi mujer que dijera la verdad”, detalló. “Ella respondió que le había dado el niño a una vecina, a la que dicen "Polaca", por tres meses, para que lo cuidara”, contó Julio César, quien después se reencontró con criatura.
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